Narcisa Malfoy Black
Esposa de Lucius y madre de
Draco, de largo cabello rubio, tiene una mirada
como si algo le apestara en la nariz (CF8). Pelo
rubio largo, que al caerle suelto por la espalda le da la apariencia de una
persona ahogada. Manos blancas, con dedos delgados. Ojos azules. Mejillas
pálidas. Mide lo mismo que Harry. Pese a su palidez y otras características
físicas, su cara guarda parecido con la de su hermana Bellatrix, sobretodo
cuando muestra arrogancia (PM). Draco quería ir a
Durmstrang en vez de Hogwarts, pero Narcisa no quería enviarlo a una escuela tan
alejada de casa (CF11). Se presume que Narcisa es quien envía diariamente dulces
y pasteles a Draco cuando está Hogwarts (CF13).
Narcisa pertenece a la antigua familia de los
Black, y es hermana de Andrómeda
Tonks y Bellatrix Lestrange (OF).
Al ser enviado Lucius a Azkaban, Narcisa se queda sola con Draco
(OF).
Su nombre de soltera era Narcisa Black, y Bellatrix le llama
cariñosamente Cissy (PM).
En 1996 Narcisa, acompañada de una Bellatrix enfadada, visita
a Snape en su casa. Narcisa le implora a Snape que si su hijo Draco no logra la
misión que Voldemort le ha encomendado, él se encargue de terminarla. Tanto es
su interés, que le hace realizar un Juramento Irrompible (PM). Narcissa es una
madre preocupada por la vida de su único hijo, que no duda en pedir ayuda para
protegerlo, aunque ello suponga desobedecer las ordenes de Lord Voldemort (con
las posibles consecuencias que esto pudiera acarrearle). Esto se deduce de su
estado de agitación cuando visita a Snape: manos temblorosas, palidez de su
rostro, nota de histeria en su voz... Aunque cuando Harry habla de ella, lo hace
como si Narcissa considerara a Draco una de sus simples posesiones (PM).
Se ha rumoreado que Narcisa podía tener relación con Lily o
Petunia Evans (por tener nombre de flor) pero J.K. Rowling lo ha desmentido.
Ella es la única de las hermanas que no tiene nombre de constelación, pero J.K.
Rowling lo explica:
"Es solo una de esas tradiciones familiares, a pesar
de que Narcisa la rompe. Yo siempre le había pensado a ella como "Narcisa", por
lo que decidí no cambiarle demasiado cuando se me ocurrió lo de los nombres. Ha
habido especulaciones sobre si ella tenía relación con Lily y Petunia, por el
tema de las flores, pero quiero desmentir el rumor aquí mismo: no tienen
relación." (WBD).
Sobre el nombre de Narcisa:
En la versión original, el nombre de Narcisa es Narcissa
(con doble 's').
En la mitología griega, Narciso era hijo de la ninfa Liríope.
Se dice que es narcisista aquel que se quiere excesivamente a sí mismo. Aquí la
leyenda de Eco y Narciso:
"Eco era una joven ninfa de los bosques,
parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, esposa de Zeus,
y estos eran los momentos que el padre de los dioses griegos aprovechaba para
mantener sus relaciones extraconyugales. Hera, furiosa cuando supo esto, condenó
a Eco a no poder hablar sino solamente repetir el final de las frases que
escuchara, y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar,
recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.
Por su parte, Narciso era un muchacho precioso,
hijo de la ninfa Liríope. Cuando él nació, el adivino Tiresias predijo que si se
veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre evitó siempre
espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Narciso creció así
hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas
que ansiaban que se fijara en ellas.
Tal vez porque de alguna manera Narciso se estaba
adelantando a su destino, siempre parecía estar ensimismado en sus propios
pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba. Daba largos paseos sumido en sus
cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las inmediaciones de la cueva
donde Eco moraba. Nuestra ninfa le miró embelesada y quedó prendada de él, pero
no reunió el valor suficiente para acercarse.
Narciso encontró agradable la ruta que había
seguido ese día y la repitió muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su
paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día, un ruido
que hizo al pisar una ramita puso a Narciso sobre aviso de su presencia,
descubriéndola cuando en vez de seguir andando tras doblar un recodo en el
camino quedó esperándola. Eco palideció al ser descubierta, y luego enrojeció
cuando Narciso se dirigió a ella.
- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues?
- Aquí... me sigues... -fue lo único que Eco pudo
decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz.
Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir
lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió a la ayuda de los
animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso el amor que Eco le
profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa... pero su risa helada la desgarró.
Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que
albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a su cueva, donde permaneció
quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un susurro apenas, las últimas
palabras que le había oído... "qué estúpida... qué estúpida... qué... estu...
pida...". Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a
convertirse en parte de la propia piedra de la cueva...
Pero el mal que haces a otros no
suele salir gratis... y así, Némesis, diosa griega que había presenciado toda la
desesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había vuelto a
salir a pasear y le encantó hasta casi hacerle desfallecer de sed. Narciso
recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco, y sediento
se encaminó hacia él. Así, a punto de beber, vio su imagen reflejada en el río.
Y como había predicho Tiresias, esta imagen le perturbó enormemente. Quedó
absolutamente cegado por su propia belleza, en el reflejo. Y hay quien cuenta
que ahí mismo murió de inanición, ocupado eternamente en su contemplación. Otros
dicen que enamorado como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió
ahogado tras lanzarse a las aguas. En cualquier caso, en el lugar de su muerte
surgió una nueva flor al que se le dio su nombre: el Narciso, flor que crece
sobre las aguas de los ríos, reflejándose siempre en ellos."
contenido original © 2004 El Cronista de
Salem
ilustración original © 2002 LMR
Contenido Original: 17/5/2004 ~ Última Actualización: 23/7/2005
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